No sigas viendo sólo el final de las calles viejas que los principios suelen estar donde tú los dejas.
Con la cabeza entre los pies, a la fortuna pocas noches le quedan. Ya lo debes de saber, y que la luna salga por donde quiera pero sin correr, que no haya prisa, te convenceré con millones de sonrisas para que te despiertes de una vez y te des cuenta que no hay nada que perder.
Hace tiempo que dices, tienes que volver que no hay más que lo que tú eliges...
Con la cabeza entre los pies, a la fortuna pocas noches le quedan. Ya lo debes de saber, y que la luna salga por donde quiera pero sin correr, que no haya prisa, te convenceré con millones de sonrisas para que te despiertes de una vez y te des cuenta que no hay nada que perder.
Hace tiempo que dices, tienes que volver que no hay más que lo que tú eliges...
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